martes, 20 de noviembre de 2012

Mal de escuela

"La idea de que es posible enseñar sin dificultades se debe a una representación etérea del alumno. La prudencia pedagógica debería representarnos al zoquete como al alumno más normal: el que justifica plenamente la función de profesor puesto que debemos enseñárselo todo, comenzando por la necesidad mínima de aprender. Ahora bien, no es así. Desde la noche de los tiempos escolares, el alumno considerado normal es el alumno que menos resistencia opone a la enseñanza, el que nunca dudaría de nuestro saber y no pondría a prueba nuestra competencia, un alumno conquistado de antemano, dotado de una comprensión inmediata, que nos ahorraría la búsqueda de vías de acceso a su comprensión [...], en resumen, un alumno que habría comprendido que el saber es la única solución: solución para la esclavitud en la que nos mantendría la ignorancia y único consuelo para nuestra ontológica soledad."

Este párrafo se sitúa en el sexto punto del sexto capítulo del libro "Mal de escuela" de Daniel Pennac y al leerlo no pude estar más de acuerdo y pensé que debía hablar sobre ello.

Dice la absoluta verdad, si miras en todos los colegios, institutos... el 99% de los profesores se centran en los "listos", esos alumnos que sacan buenas notas que comprenden la mayoría del temario, y dejan de lado a los alumnos más problemáticos. Los dan por perdidos y ese es el verdadero problema. Los alumnos que sacan buenas notas, que aprueban y se comportan bien seguramente lo harán igualmente aunque el profesor no este encima de ellos. Sin embargo los alumnos que van perdidos por la escuela, que tienen problemas que no aprueban son los que necesitan un empujoncito que les haga progresar.
La mayoría de los profesores se centran en los "listos" porque es lo fácil. ¿Qué es más fácil enseñar a un alumno aplicado que saca buenas notas o a un "zoquete"? Claro que es lo más fácil pero para eso no están los profesores, estos deben ayudar a los que necesitan ser ayudados no a los que no necesitan mucha atención. Lo peor de todos no es que no ayuden es que muchas veces los castigan, los expulsan, los ignoran... le privan su derecho a la educación y eso no se puede consentir.
Personalmente he vivido rodeado de casos así. He tenido muchos compañeros e incluso amigos que eran tremendamente listos pero jamás han destacado en la escuela. Han repetido cursos y han acabado dejándose el colegio. Por no haber tenido nunca ese profesor que le empujase por el buen camino han desaprovechado un gran futuro y se han quedado en "zoquetes"

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